4 min read

Al loro, que no estamos tan mal

Sobre prioridades, montañas rusas y cuentas atrás.
Al loro, que no estamos tan mal

¡Muy buenas! ¿Qué tal estáis?

Tengo la sensación que estas semanas están las más caóticas de los últimos meses en cuanto a organización y disponibilidad para sentarme a trabajar.

Estamos ya a final de noviembre y solo habré hecho como el 30% de cosas que me había planteado hacer este mes. Lamentable.

El estado de mi escritorio lo dice todo:

No hay más preguntas, señoría.

Tengo que hacer un pensamiento, lo sé. Pero ahora mismo no es mi prioridad.

Es como cuando algún colega os dice eso de "esta semana no puedo quedar, voy a tope de curro".

No es que no haya tiempo. Todos los días tienen 24 horas. La cosa es que hay prioridades.

Y ahora mismo, cuando subo al despacho a la cueva a trabajar, ya entro en un estado de "concentración máxima" para aprovechar al máximo cada ventana de curro.

En otro momento de mi vida, sería inimaginable trabajar con la mesa así, pero os prometo que mi cerebro no es consciente del caos que le rodea.


En lo personal, estoy disfrutando y sufriendo a partes iguales esta etapa de cambiar pañales y de hacer turnos con mi mujer para encontrar huecos para el trabajo.

Aunque, si os soy sincero, se está haciendo un poco larga la etapa. Ya he comentado en alguna ocasión que no queremos llevar al bebé a la guardería hasta que tenga 1 añito (eso será en marzo).

Pues estoy convencido que ahora mismo estamos aguantando más "por él", que no "por nosotros". Tampoco sería ningún drama llevarlo ahora que tiene casi 9 meses, pero ya que hemos llegado hasta aquí, intentaremos aguantar 3 mesecitos más.

Con nuestra primera hija ya nos pasó algo parecido. Esos 2 o 3 últimos meses antes de llevarla a la guardería estábamos con la energía bajo mínimos.

No me cabe duda de que ahora estamos incluso peor. O quizás es que idealizamos tiempos pasados, yo qué sé.

Es curioso porque a veces vivo esta etapa como un "sacrificio" y otras como un "privilegio". Y no va por semanas ni por días. Va por momentos, un mismo día puede ser una pequeña montaña rusa.

Supongo que los que seáis papás y mamás me comprenderéis.


Pero bueno, basta de llorar, que esto es lo que hemos elegido y por supuesto también tiene sus cosas buenas.

De hecho, estas últimas semanas han sido bastante entretenidas y han dado para hacer varias cositas:

  • Tengo coche nuevo: el anti-Lambo, como lo titulé en el post anterior.
  • Me invitaron por primera vez a un podcast presencial que saldrá en enero o así, creo. Eso sí fue salir de la cueva de forma literal.
  • El jueves pasado me pasé también por el podcast de Sabandijers a hablar de "cómo salir de la cueva". Si quieres verlo y aún no lo han subido a Youtube, quizás aún esté subido en Twitch.
  • Escribí en el blog de Sergio Canales un post sobre "cómo crear contenido de calidad a ojos de Google".
  • Publiqué en Youtube el experimento de Google Ads haciendo una campaña para conseguir clientes SEO (parte 1 y parte 2).

A nivel de proyectos propios, no he podido abrir nichos nuevos, y la verdad que le he podido dedicar muy poquito tiempo a los existentes, pero podría destacar que:

  • Estoy a punto de caramelo de lanzar un nuevo e-commerce. He ido compartiendo por twitter los avances. No he desvelado aún la web públicamente porque estoy documentando todo el proceso en vídeo, desde la idea inicial, pasando por la ejecución técnica y el marketing para conseguir los primeros clientes.
  • He tenido últimamente problemas de consumo en mi VPS que afectaron durante varios días a la disponibilidad de las webs y a la velocidad de carga:
Los picos naranjas son mi aumento de pulsaciones esos días.

Hay que tener en cuenta que dentro del VPS hay varias decenas de webs, algunas con mucho tráfico, decenas de miles de URLs, bases de datos muy grandes... es un entorno delicado.

Así que me he puesto en manos de un sysadmin para optimizar este tema, que es algo que debería haber hecho hace tiempo porque voy cojo de esa pata (ojo que soy Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas, pero no tengo ni puta idea realmente).

La semana pasada hablé con Jose de Daycomtech, Sabandijer donde los haya, y estamos planificando la migración de todas las webs a una infraestructura más eficiente. Estoy seguro que me va a ayudar a llevar esa parte técnica a otro nivel y voy a aprender un montón de él.


Y todo esto en medio del trabajo del día a día con clientes, que tiene que salir adelante sí o sí.

Curiosamente, esta es la parte que me genera algo de "presión", a pesar de ser la fuente de ingresos que menos porcentaje representa en el total.

La presión no viene porque tenga timings que cumplir, como cuando me dedicaba más a la parte de desarrollo. Prácticamente todo lo que hago es consultoría SEO, pero esos "timings" se transforman en un "hay que hacer el trabajo del mes".

Y con los pocos huecos que tengo, acabo sudando para llegar a todo. A veces es sobre la bocina, pero siempre cumplo.

Si mis proyectos si no tiran adelante, ya rendiré cuentas conmigo mismo, pero cuando alguien pone su negocio en mis manos, no queda otra que estar al pie del cañón. No es un tema de dinero, es un tema de ética y profesionalidad.


Al final, voy sacando cosas adelante, como podéis ver.

No al ritmo que me gustaría, pero "al loro, que no estamos tan mal", que diría Laporta.

Quedan 3 meses para marzo. En mi cabeza ya ha empezado la cuenta atrás para volver a sentirme un adulto funcional, profesionalmente hablando (por lo menos durante las 3 horas al día que el bebé vaya a la guardería).

Hasta entonces, tocará seguir sacando las cosas adelante a lo bruto, sin organización, pero con la tranquilidad de sentir que estoy donde debo estar.


Gracias por leer.
Sergi Ruiz, desde la cueva.