Talento, sacrificio y suerte
El otro día publiqué por redes una reflexión rápida:
El verdadero "secreto" para ganar dinero por internet no es saber más que nadie. Es tu capacidad de sacrificio. Eso es lo que marca la diferencia a largo plazo.
Y de ese barco no me baja nadie.
Como por ejemplo, estar un sábado por la noche revisando qué dominios renovar y cuáles dejar morir.
¿Me apetece? Pues no. Preferiría estar viendo Netflix. Pero es lo que toca.
Eh, pero que algunos aún le llaman ingresos "pasivos" 😂
David Carrasco, que entre sus muchas virtudes está el buen criterio, me comentó que quizás eso pecaba de sesgo de supervivencia, que caminos hay muchos y que había gente que era capaz de tocar las teclas correctas.
Y tenía razón.
Su comentario me hizo darle vueltas al tema, y hoy vengo a desarrollar la idea con más calma.
Cuando hablamos de gente que "ha ganado dinero" con proyectos online (nótese que no digo que "haya tenido éxito", porque "éxito ≠ dinero", pero eso es otro tema), a priori parece que puede ser por dos cosas:
- Porque es muy bueno (talento).
- Porque se lo ha currado mucho (sacrificio).
Y la realidad, como casi siempre, es bastante más gris.
Por supuesto que existen los casos de gente que lanza uno o dos proyectos y lo petan a la primera. No les quito mérito, al contrario.
Pero no creo que sea algo fácil de replicar para la mayoría, y tampoco garantiza que esa persona mantenga ese ratio de éxito en el futuro.
Yo ya he dicho en varias ocasiones que mi porcentaje de proyectos que dan dinero quizás sea del 10%. Y estoy seguro que mucha de la gente que se está levantando más de 3.000€ o 10.000€ al mes, se mueve en un ratio parecido.
De hecho, mi primer e-commerce de Print on Demand facturó medio millón, y los siguientes 3 fueron un fracaso. Si me hubiese quedado solo con el éxito del primero, alguien podría pensar que soy un crack, pero nada más lejos de la realidad.
Vamos a destripar un poco los factores.