2025: el año en que el objetivo era sobrevivir
Si tengo que definir con un adjetivo este 2025, diría que ha sido intenso.
Pura supervivencia, para ser exactos. Me gustaría compartir con vosotros cómo lo he vivido.
Para empezar, lo más remarcable (y sobre lo que ha pivotado absolutamente todo lo demás) ha sido el nacimiento de mi segundo vástago en marzo.
Y mucho tendría que cambiar la cosa para que no sea también el último, porque está siendo agotador a niveles extremos.
Digo que todo ha pivotado sobre ello porque, en lo profesional, la disponibilidad para currar ha sido lamentable desde entonces.
Y, en lo personal, el tiempo de ocio y descanso se ha reducido al mínimo imprescindible.
Hoy no habrá chapa de paternidad, no os preocupéis, pero os la daré pronto en otro e-mail, porque es un temazo.
Una de las cosas que más me ha sorprendido este año ha sido cómo he ido saliendo cada vez más de la cueva.
Yo nunca había estado activo en redes. Ni en las comunidades donde me metía. Entraba, las utilizaba para formarme o para estar al día del sector, y ya.
Si hace 1 año cuando empecé a compartir mi día a día en Twitter me dicen que eso iba a ser el pistoletazo que iba a derivar en esta Newsletter y en un canal de Youtube, me hubiera descojonado de la risa.
Os lo puedo garantizar.
Pero no tengo la menor duda que es de las mejores decisiones que he podido tomar en muchos años.
Por muchos motivos: desde el simple hecho que estoy disfrutando como un niño cuando me tomo estos momentos de escribir o grabar, hasta el crecimiento personal porque el "querer compartir" hace que también reflexione sobre algunos temas más de lo que solía hacer. Y eso me está ayudando a conocerme mejor.
Son consecuencias que no me esperaba cuando decidí dar ese pasito inicial y me he sorprendido a mí mismo disfrutándolo.
Uno de los éxitos de los que estoy más orgulloso este año ha sido el proyecto elseohamuerto.es.
Empezó como una broma, para cachondearme de las publicaciones que veía en Linkedin donde volvían a matar al SEO, y se me fue de las manos para acabar convirtiéndose en una campaña benéfica que recaudó 1.100€ para la Fundación Aladina, que hace cosas muy guapas para niños con cáncer infantil.
Mi agradecimiento eterno una vez más a todos los que participasteis.
Pero ha habido decepciones también:
Ranktracking.co, mi micro SaaS low-cost para trackear palabras clave.
Lo lancé cuando prácticamente no tenía audiencia y la hostia sonó hasta en Madagascar. Bastantes cuentas "demo" gratuitas, pero ni un cliente pagando.
Ahí me di cuenta que la distribución de un producto lo es todo. Que el producto sea bueno es "el mínimo exigible", pero no lo que va a hacer que se venda.
Aunque no creo que solo fuera un tema de distribución. Para empezar, es una herramienta que no resuelve nada nuevo. Simplemente ofrece más flexibilidad y mejores precios en una funcionalidad muy concreta. Aún así, cuesta mucho hacer cambiar de hábitos a la gente, y todo SEO que se precie ya tiene su rank tracker de cabecera integrado en alguna suite.
Además, el timing fue nefasto. Justo al poco tiempo de lanzarlo, Google va y se carga el parámetro "&num=100" (multiplicando el coste que me supone obtener datos).
Desde ese momento el proyecto está en stand by. Si el día de mañana puedo meterle mano a eso y cambiarlo, quizás tenga una segunda oportunidad.
De momento lo uso yo como herramienta interna (que fue como nació, para cubrir una necesidad mía de tener que trackear miles de keywords), así que me doy por satisfecho.
Otra cagada fue fliparme y abrirme perfil en Twitter en inglés y una Newsletter en inglés.
Ha sido un fracaso. A ver, la newsletter tampoco arrancó mal en cuanto a visibilidad dentro de Substack, pero Twitter me enterró en la más absoluta invisibilidad.
En mi cabeza tenía sentido para llegar a más audiencia, sobretodo pensando en proyectos que pueda lanzar, tipo Ranktracking.co, o como el directorio de productos de indie founders que intenté lanzar, con cero repercusión también: ctrlaltship.com
Al final no he podido aguantarle el pulso de la constancia al algoritmo, ni me apetecía tanto escribir en inglés, en parte porque muchos contenidos eran refritos de los que compartía en español y estaba más preocupado de traducir y corregir que no de disfrutar de escribir.
Error de cálculo, no pasa nada.
Tampoco estoy satisfecho con no haber conseguido revertir la tendencia a la baja de mis nichos de Adsense, que era uno de mis objetivos prioritarios del año.
Venía facturado mucho los últimos años, pero desde algunos Core Updates de 2024 las webs van para abajo y no doy con la tecla para cambiarlo.
¿Y cómo se plantea 2026?
Bueno, no soy de ponerme objetivos cuantificables, pero sí que tengo clara la dirección.
A partir de marzo tendré más horas disponibles, porque el bebé irá a la guardería. Y eso lo cambia todo, amigos.
Aunque la franja que se abre "solo" sea de 3 horitas por las mañanas, será otro escenario completamente diferente: dejar de ir con el agua al cuello, poder entrenar más a menudo, volver a sentirme un adulto funcional...
En cuando a proyectos, quiero publicar un nuevo micro SaaS. Esta vez fuera del sector del SEO y del marketing. De hecho, lo empecé a desarrollar antes que Ranktracking.co y lo tengo pausado desde hace 1 año.
También voy a seguir picando piedra con los nichos de Adsense a ver si invierto la tendencia a la baja, que son mi fuente principal de ingresos y me gustaría que lo siguiera siendo. No me rindo.
Y a muerte con esta newsletter y con el canal de Youtube. No tengo ningún objetivo ni expectativas. Simplemente disfrutar.
Gracias por leer.
Sergi Ruiz, desde la cueva.
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